Los implantes dentales son dientes de reemplazo de alta tecnología que imitan toda la estructura dental. Una «raíz» de titanio se inserta cómodamente en el hueso y se utiliza para sostener una corona, un puente o una dentadura.
La forma en que se ve, puede sentirse al tacto y actúa es la de un diente real y puede llegar a tener una duración de toda la vida si se cuida adecuadamente.
- Los implantes se comportan como dientes naturales
Una de las mayores ventajas de un implante es que restaura el poder de masticar. Un número importante de los pacientes no logran diferenciar entre el diente del implante sus y dientes naturales. La hábitos cotidianos como comer, cepillarse y hacer uso del hilo dental se realizan de forma normal.
- Los implantes pueden durar toda la vida
Mientras que un puente dental sólo puede durar unos 10 años, los implantes dentales pueden durar toda la vida. El material del que está hecho es el titanio y se adhiere a la mandíbula. No es tóxico y no es rechazado por el cuerpo, es decir es biocompatible. Con todo esto se hace un poderoso diente de reemplazo.
- Los implantes previenen la pérdida de hueso
La pérdida de hueso se produce en la mandíbula cuando no hay raíces de dientes (o implantes) manteniendo el hueso de la mandíbula estimulado.
Cuando no tenemos un diente, el hueso que compone la mandíbula en el espacio vacío empieza a deteriorarse debido a la falta de estimulación. Si no se coloca un implante en el primer año de la pérdida de un diente, esa zona ósea pierde el 25% de su volumen, y la pérdida de hueso continúa a lo largo de los años.
El uso de dentaduras postizas pueden llegar a acelerar el proceso de pérdida de hueso ya que a menudo se aflojan, y luego se frotan contra la cresta ósea, desgastándola gradualmente.
Cuando un implante reemplaza tanto a la raíz como el diente, y la masticación se restablece a la normalidad, proporciona el estímulo necesario para el crecimiento natural del hueso.
- Los implantes mantienen estables los dientes adyacentes
El hueco de un diente perdido puede causar que los dientes adyacentes se desplacen torcidamente hacia el hueco. Esto hace que los dientes se salgan de su posición y puede afectar su mordida, su capacidad de masticar y su apariencia.
Puede causar interferencias que dificulten el reemplazo de los dientes más adelante. Una mala mordida también puede provocar problemas con la ATM (articulación temporomandibular) y puede resultar en dolor y dolores de cabeza.
- Los implantes dentales pueden ayudar a mantenerte libre de enfermedades de las encías
La falta de un diente puede actuar como una trampa para la comida y las bacterias y puede conducir a enfermedades de las encías.
- Los implantes pueden prevenir la flacidez facial y el envejecimiento prematuro
La flacidez facial puede ser un efecto indeseado de la pérdida de hueso que resulta de la falta de dientes. Aquí es donde el tercio inferior de la cara comienza a colapsar, cerrando gradualmente la distancia entre la punta de la nariz y el mentón.
Los cambios pueden incluir un exceso de arrugas alrededor de la boca, labios más finos y un mentón más puntiagudo, lo que hace que la persona parezca mucho más vieja que su verdadera edad.